MANTÉN LA CALMA Y ¡SALVA TU DIENTE!
En niños y adolescentes es frecuente el traumatismo en los dientes, jugando en el cole o practicando deporte, y que puede originar la pérdida de un diente o su fractura.
Del mismo modo que ocurre en deportistas que no llevan protector bucal y que también pueden aplicar las mismas medidas de recuperación.
Si se actúa con rapidez y diligencia, se puede salvar el propio diente, ahorrándose prótesis y costes de tratamiento muy superiores.
Lo primero es recuperar el diente o el trocito. Si se trata de un diente entero, hay que cogerlo por la corona ( NUNCA POR LA RAIZ), lavarlo 10 segundos con agua fría, si está sucio, y volver a colocar en su sitio en la boca, poniendo luego, una gasa y mordiendo para que el diente se mantenga en su lugar.
Si uno no se ve capaz de llevar a cabo este procedimiento, debe colocar el diente o el trocito en un potecito con leche o suero fisiológico y llevar al accidentado lo más rápido posible a un dentista para que coloque el diente en su sitio y lo fije con los otros para que no se mueva. Si se trata de una fractura de un fragmento, el dentista puede volver a engancharlo al diente si se le lleva entero.
Con estas medidas se pueden salvar 8 de cada 10 dientes accidentados.